domingo, 23 de febrero de 2014

Catecismo de la Iglesia Católica

El otro texto que leímos para mi clase de Teología fue el Catecismo de la Iglesia Católica, y acá muestro algunos de los temas que toca.

Empieza explicando que el hombre es capaz de Dios, y que el deseo de Dios está inscrito en todos los hombres, ya que el hombre fue creado por Dios, ya que Dios atrae al hombre hacia sí, y ya que el hombre encuentra en Dios su felicidad máxima. Este deseo de Dios se muestra en la religión, que sirve para la búsqueda de Dios. La unión con Dios puede ser rechazada u olvidada por rebelión, miedo, etc.: huida de Dios. Pero Dios no deja de llamarlo de nuevo, por esto que decíamos que Dios atrae al hombre hacia sí.

El Catecismo menciona las pruebas de la existencia de Dios, que son las vías de acceso para conocerlo: son argumentos convincentes, verdaderas certezas. El punto de partida es la creación: el mundo y la persona humana.

Se explica también que el hombre puede conocer a Dios por su razón natural en lo creado (las obras de Dios), pero hay otro conocimiento que no puede alcanzar por sus propias fuerzas, que es la Revelación. La Revelación es libre: Dios se revela a sí mismo y se da al hombre, y él lo dispone por amor al hombre. Hace esto para que el hombre pueda responderle, conocerlo y amarlo, y para su salvación. Es sobrenatural, ya que revela su misterio, su designio. Se realiza mediante acciones y palabras, y se plenifica cuando envía a su hijo y al Espíritu Santo. La Revelación se dio por etapas:

  • Desde el origen: al crear todo, Dios da un testimonio perenne de su existencia. A nuestros padres, cuando pecaron, les dio oportunidad de salvación y redención.
  • Alianza con Noé: el hombre rompe la unidad con el pecado, entonces Dios decide salvar a la humanidad por etapas.
  • Elige a Abrahám: "padre de una multitud de naciones", lo hace para reunir a una multitud dispersa. El pueblo nacido de él es el pueblo elegido de Dios, es decir,
  • Forma a su pueblo, Israel: lo elige salvándolo de la esclavitud en Egipto. Por medio de Moisés le da su ley a su pueblo, le indica que espere al salvador prometido también.
Hay que mencionar, por último, que Cristo es el verbo encarnado, es el mediador y la plenitud de la Revelación. Dios habló de manera fragmentaria a través de profetas en el pasado: en el último tiempo nos habló por su hijo. Cristo es la palabra perfecta e insuperable: no habrá otra revelación luego. Cristo debe ser anunciado a todos para que la Revelación llegue a todos: Dios quiere que la verdad y la salvación llegue a todos. 

Aunque la Revelación esté acabada, no está completamente explicada: la fe cristiana debe encargarse de explicarla y comprenderla, y de eso se trata el post siguiente, con la segunda parte de las enseñanzas extraídas del Catecismo de la Iglesia Católica.

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