lunes, 27 de mayo de 2013

Primera meditación

"Pay no attention to the faults of others, things done or left undone by others" - era el título, o más bien la consigna de mi primera meditación.

Como ya mencioné en el post anterior, estoy emprendiendo una búsqueda espiritual budista, y por curiosidad busqué en el Play Store aplicaciones de budismo. Una de las que encontré es para meditar (link al final del post): te da una consigna como la que puse arriba y durante tres minutos pone tu teléfono en modo avión para que nada te distraiga, y hace que escuches sonidos relajantes.

Lo probé, pero como nunca nadie me enseñó a meditar, no sé si lo estoy haciendo bien... De todos modos, lo hice y descubrí algo sobre mí (algo que seguramente se aplica a muchas más personas que yo): la razón por la que criticamos tanto al otro y estamos siempre tan atentos a lo que hace o deja de hacer es porque queremos compararnos con ellos. Por ejemplo, siempre comparo a mis alumnos con los alumnos de la maestra de séptimo: los míos están callados y formando como se debe frente a la bandera, mientras que los de ella están parados como quieren, charlando entre ellos. Lo tomo con burla incluso, sintiéndome mejor docente que ella. Hago esto, como mucha otra gente, porque soy insegura, entonces necesito constantemente compararme con los demás para ver si voy bien, si estoy mejor, peor o igual.

Descubrí, también, gracias a algo que no tengo ganas de revelar al mundo todavía (si alguien quiere saberlo, me lo puede preguntar :P ), que mi inseguridad viene del hecho de que no me acepto como soy. Todo muy lindo con mis virtudes, hermoso, puedo enumerarlas a todas sin sentir que peco de egocentrismo o caradurez. Son mis defectos y limitaciones los que no me banco. Especialmente mis defectos físicos. Referirme a cómo me siento al respecto, y echar más luz en el tema tomaría otro post; acá sólo quiero expresar que tengo limitaciones, con lo cual no me acepto como soy.

Las conclusiones que saqué de mi primera y corta meditación son que para ser más feliz tengo que dejar de compararme con los demás, porque la única con la que debería comprarme soy yo. Y que para dejar de tener pensamientos negativos tengo que superar mi inseguridad, para lo cual debo aprender a aceptarme a mí misma, defectos y limitaciones incluidos. Aceptarse a uno mismo está muy bien, sólo tengo que aprender cómo hacerlo.

Finalmente debo decir que meditar me ayudó a darme cuenta de todo eso por mi cuenta en tan sólo tres minutos, y que fue algo muy refrescante: ni bien terminé me sentí como relajada. Es una buena actividad para realizar antes de dormir, seguro, y para empezar el día. 

Esta fue la primera meditación, veamos cómo me va en las siguientes :)


Link de la aplicación:
https://market.android.com/details?id=com.bmt

Un nuevo camino

Debo anunciar un nuevo camino que parece estar tomando mi vida. Me encuentro ante un momento de búsqueda espiritual. No sé si esto se volverá como todos mis intereses, los que de pronto desaparecen de mi vida, que ya no son tan interesantes como antes, o no sé, si de verdad se convertirá en algo importante y constante para mí, pero voy a contarles sobre esto.

Hace unos años, en el último año de colegio, teníamos que hacer tres proyectos de investigación, y por alguna razón que no recuerdo bien (tenía algo que ver con un libro de historia oriental que había caído a mis manos, estoy segura), elegí el tema del budismo. En ese entonces, mi objetivo era hacer el trabajo, por lo que, luego de investigar un poco sobre el tema, me dispuse a probar si el budismo era o no una religión. No voy a entrar en detalles sobre mi conclusión porque no es lo importante ahora; sólo la menciono porque fue el motivo que me permitió investigar y luego redactar una tesina sobre el tema del budismo.

Hacen ya dos años de esto más o menos, y desde entonces no volví a leer mucho sobre el tema, por lo que me acuerdo nociones básicas; nunca me olvidé que fue el tema que más me gustó investigar y que me interesó muchísimo el budismo en sí, comparto muchas de sus creencias.

Este año, en una materia de inglés, estamos leyendo Razor's edge, de Somerset Maugham. Leído superficialmente es un libro light, naïve, pero cuando se lo lee en profundidad, saltan a la vista varios temas. Uno de los personajes principales recorre el mundo en una búsqueda intelectual exhaustiva sin dar con lo que realmente está buscando, hasta que lo encuentra finalmente en la India, en el budismo y en el hinduismo. En clase se habló del tema, y esto trajo de nuevo a mi memoria mi trabajo de investigación, y el tema que tanto regocijo me había dado conocer. En aquel entonces, había pedido a una amiga de mi abuela, que es budista, algo de material para mi investigación, incluso quise visitar un templo budista que sé hay en Belgrano. El material me llegó cuatro meses luego de haber entregado el trabajo (no por esto menos agradecido); la visita al templo, nunca ocurrió.

Al revivir mi interés por el budismo busqué mi tesina y la llevé a clase, junto con el libro que Mercedes, la amiga de mi abuela, me envió. El trabajo fue leído, algunas de sus secciones, en clase: no mucha gente prestó atención, seguro, pero la profesora quedó encantada. El libro fue ignorado, pero yo sí lo tuve en gran consideración; tanto, que a pesar de estar en época de parciales me tomo unos ratitos para leerlo desde el viernes (cuando lo reencontré), y ya voy por el capítulo 1 (tiene una introducción extensa).

El libro al que me refiero se titula Develando los misterios del nacimiento y la muerte, sabiduría budista para la vida, y fue escrito por Daisaku Ikeda, el presidente de la Sokka Gakkai internacional, quien, según el libro, es el pensador budista más prominente de la actualidad.




Estoy pasando por un momento súmamente estresante en mi vida (el trabajo, la universidad y danza todo junto me resulta demasiado), así que hace tiempo descubrí que necesito ayuda. Tan estresada estoy que volví a tener problemas de salud (nada grave, pero aun así verdaderamente molesto). Así es como concluyo: no es casual que justo ahora reciba de nuevo un encuentro con el budismo. Algo quiere decir. Justo cuando necesito paz espiritual, un cambio en mi vida, aparece esto. Si aparece cuando lo necesito, bienvenido sea: nada aparece en la vida en vano. 

Estoy leyendo el libro para aprender todo lo que pueda de él (tengo en mente algo que escuché por ahí hace un par de años: me dijeron que este no es el único tipo de budismo que existe y que trate de ampliar mi mente viendo muchos otros tipos, todos los que pueda, para una mayor apertura del espíritu), y debo decir que desde el viernes, cuando se me presentó nuevamente esta idea, me siento bastante en paz y casi nada estresada. Estoy interiorizándome un poco más con el budismo. Voy a recordar todo lo que ya había aprendido y me gustaría mucho, en las vacaciones de invierno, visitar el templo budista que está en Belgrano.

Es muy temprano para decir que soy alguna cosa o la otra, pero por lo que veo hasta ahora, el budismo se acomoda muchísimo a mi manera de ver el mundo, y realmente sería un buen acompañamiento para este momento de mi vida; creo que podría aprender muchísimo de él y crecer mucho como persona de él. Antes de hacer proclamaciones absurdas voy a interiorizarme más en el tema, como dije; por ahora solo voy a decir que empiezo a transitar algunos caminos budistas, para ver cómo me siento.

lunes, 13 de mayo de 2013

A cigarette

Bueno, hace mucho que no escribo, y de hecho rompí mi promesa de escribir al menos un post por semana. ¡Pido disculpas! Estoy en medio de la época de parciales, así que estoy muy muy ocupada. Espero poder escribir pronto, pero bueno, si no puedo, me tendré paciencia hasta que pueda por fin :D

Al menos puedo publicar esto, que es un trabajo que hice para la universidad, la clase de Lengua inglesa. Leímos un cuento llamado "Blackout" de Roger Mais, sobre una chica estadounidense que se encuentra a un hombre negro en la época en que la humanidad era tan idiota como para que eso fuera un problema. La consigna era escribir el cuento desde la perspectiva de él, ya que el original está contado desde el punto de vista de la chica. Acá está lo que me salió (no estoy muy orgullosa de él, pero bueno, lo escribí en media hora o menos, así que está bastante bien).



A cigarette
The city was dark and I was on my way home from work. It had been a long hard day. I felt like a cigarette but although I had a stub in my pocket, I was out of matches. Then as I turned up King Street, on the other side of the road, I noticed a young woman waiting for the bus.

I was surprised that, despite the fact that she was alone at night, she didn’t look scared, like normal women are. Probably it was because she was not from here. For one thing, she didn’t dress like women from here do, and she had an air… Probably it was an air of self-sufficiency; an American girl, no doubt. I thought I’d get a laugh and maybe teach her a lesson, so I approached her.

Seeing she was smoking, I asked her for a light, but she said she didn’t have any. Lying, I thought, because she doesn’t like the sight of a black man near her. I asked her for the cigarette she was smoking, and very reluctantly she handed it to me, so that I took it and lit my stub. But only for the sake of making her more uneasy I lit it off her hand, without taking it. She was visibly uncomfortable.

“Thank you”,  I  said. I didn’t like it, but she flicked off the cigarette when I wasn’t waching. I felt it an assault, but laughed in the inside and apologized for making her waste a whole cigarette. As I was expecting, she answered that it didn’t matter.

“There’s plenty more where that came from, right?” I asked, mockingly. She answered affirmatively.

She was fidgeting nervously and looking at me as if she wanted me to disappear. “This is the street, lady, it’s public” I said, rather rudely, but still enjoying myself. “It’s a good thing  you are a woman”, I finished. Evidently, I thought, we come from very different worlds, but here, we are in mine. Here there are only man and women, as I was telling her. For some reason she kept on asking questions with a smirk on her face; I decided it was because she would imitate and make fun of me when she was back home. Oh, fine, then, but you’re not home yet, so I will make the most of it while I still can.

We continued with the so-important chit-chat about society and ethics, until her bus came. I thanked her for the cigarette and she went away.

I didn’t pay attention to see if she turned around or not, I kneeled down and picked up her almost new cigarette. Despicable as her ideals may be, a cigarette is always a cigarette.