domingo, 23 de febrero de 2014

Catecismo de la Iglesia Católica parte II

En este, el último post del Catecismo de la Iglesia Católica, voy a hablar de tres conceptos centrales para el Catolicismo.

Primero, voy a hablar de la Tradición. El texto explica que es apostólica, es decir, que viene de los apóstoles, y que se encarga de la Transmisión del Evangelio. Esto es de manera oral, a través de los apóstoles y su ejemplo y predicación, y de manera escrita, a través de las Sagradas Escrituras (los apóstoles y otras personas de la época pusieron por escrito la salvación inspirados en el Espíritu Santo. Es importante que la transmisión continúe por siempre, porque así se mantiene viva la Tradición.

La Sagrada Escritura tiene una fuente común y el mismo fin que la Tradición: hacen presente y fecundo en la Iglesia el mensaje de Dios. Pero su diferencia radica en el modo de transmisión: la Escritura es la palabra sagrada de Dios, mientras que la Tradición recibe la palabra de Dios y la transmite a los sucesores para que la difundan.

Dios se revela en la Sagrada Escritura, en palabras humanas. La Iglesia toma de la Sagrada Escritura su alimento y su fuerza, ya que es la palabra de Dios, que es venerada. Dios es el verdadero autor, pero el hombre la escribió, inspirado por Él. Los libros inspirados, explica el Catecismo, enseñan la verdad: como todo lo que afirman es afirmado por Él también, se entiende que es la verdad.

"Verbo encarnado y vivo" no es "palabra escrita y muda" sino que es Cristo, palabra viva, que nos abre a la inteligencia de las Escrituras (si no, serían palabras muertas y mudas).

Dios habla en la manera del hombre, de modo que, para interpretar bien las palabras, hay que tener en cuenta lo que los autores humanos quisieron decir. Para esto, hay que tener en cuenta su tiempo, su cultura, los géneros literarios que utilizaron, etc. Además, como la Sagrada Escritura es inspirada, debe leerse con el mismo espíritu con que se escribió:

  1.  Se debe prestar atención al contenido y la unidad de toda la Escritura.
  2. Se debe leer la Escritura en la Tradición viva de toda la Iglesia, es decir, la Iglesia enseña cómo se debe interpretar.
  3. Analogía de la fe: cohesión a través de verdades de la fe en sí y el total de la Revelación.
El último concepto importante a mencionar es el de Magisterio. Es quien tiene el oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios, de manera oral o escrita. Es importante destacar que el Magisterio no está por encima de la Escritura, sino a su servicio, para enseñarla. El Magisterio debe definir los dogmas, que son las verdades contenidas en la Revelación, las luces en el camino de nuestra fe.

Para cerrar, hay que mencionar la conclusión que se extiende de todo esto, y es que Tradición, Sagradas Escrituras y Magisterio deben estar unidos y ligados, porque ninguno puede subsistir sin los otros dos. Cada uno según su carácter y bajo la acción del Espíritu Santo contribuyen eficazmente a la salvación de las almas.

Catecismo de la Iglesia Católica

El otro texto que leímos para mi clase de Teología fue el Catecismo de la Iglesia Católica, y acá muestro algunos de los temas que toca.

Empieza explicando que el hombre es capaz de Dios, y que el deseo de Dios está inscrito en todos los hombres, ya que el hombre fue creado por Dios, ya que Dios atrae al hombre hacia sí, y ya que el hombre encuentra en Dios su felicidad máxima. Este deseo de Dios se muestra en la religión, que sirve para la búsqueda de Dios. La unión con Dios puede ser rechazada u olvidada por rebelión, miedo, etc.: huida de Dios. Pero Dios no deja de llamarlo de nuevo, por esto que decíamos que Dios atrae al hombre hacia sí.

El Catecismo menciona las pruebas de la existencia de Dios, que son las vías de acceso para conocerlo: son argumentos convincentes, verdaderas certezas. El punto de partida es la creación: el mundo y la persona humana.

Se explica también que el hombre puede conocer a Dios por su razón natural en lo creado (las obras de Dios), pero hay otro conocimiento que no puede alcanzar por sus propias fuerzas, que es la Revelación. La Revelación es libre: Dios se revela a sí mismo y se da al hombre, y él lo dispone por amor al hombre. Hace esto para que el hombre pueda responderle, conocerlo y amarlo, y para su salvación. Es sobrenatural, ya que revela su misterio, su designio. Se realiza mediante acciones y palabras, y se plenifica cuando envía a su hijo y al Espíritu Santo. La Revelación se dio por etapas:

  • Desde el origen: al crear todo, Dios da un testimonio perenne de su existencia. A nuestros padres, cuando pecaron, les dio oportunidad de salvación y redención.
  • Alianza con Noé: el hombre rompe la unidad con el pecado, entonces Dios decide salvar a la humanidad por etapas.
  • Elige a Abrahám: "padre de una multitud de naciones", lo hace para reunir a una multitud dispersa. El pueblo nacido de él es el pueblo elegido de Dios, es decir,
  • Forma a su pueblo, Israel: lo elige salvándolo de la esclavitud en Egipto. Por medio de Moisés le da su ley a su pueblo, le indica que espere al salvador prometido también.
Hay que mencionar, por último, que Cristo es el verbo encarnado, es el mediador y la plenitud de la Revelación. Dios habló de manera fragmentaria a través de profetas en el pasado: en el último tiempo nos habló por su hijo. Cristo es la palabra perfecta e insuperable: no habrá otra revelación luego. Cristo debe ser anunciado a todos para que la Revelación llegue a todos: Dios quiere que la verdad y la salvación llegue a todos. 

Aunque la Revelación esté acabada, no está completamente explicada: la fe cristiana debe encargarse de explicarla y comprenderla, y de eso se trata el post siguiente, con la segunda parte de las enseñanzas extraídas del Catecismo de la Iglesia Católica.

DEI VERBUM parte III

El capítulo tres se llama "Inspiración divina de la Sagrada Escritura y su interpretación", y a continuación se explicará.

Primero habla sobre las verdades reveladas, que fueron reveladas por Dios, para nuestra salvación. Están contenidas en las Sagradas Escrituras, y fueron consignadas por inspiración del Espíritu Santo. Es decir, Dios es el verdadero autor, pero usó hombres para la redacción: obró Él en ellos y por ellos. El hombre usó sus propias facultades y medios para la redacción de las Sagradas Escrituras, por lo que hay una doble autoría: Dios y el hombre, quien le dio forma al texto. 

Las Sagradas Escrituras fueron divinamente inspiradas y son útiles para enseñar, para argüir, corregir y educar en la justicia para que el hombre de Dios sea perfecto y equipado para toda buena obra. Como hubo distintos autores humanos, hubo distintos géneros literarios, y por lo tanto, hay distintas interpretaciones. 

Dios habla para el hombre de un modo que él lo entienda. El hombre debe investigar con atención qué pretendieron expresar realmente los hagiógrafos (los escritores sagrados) y Dios. Para esto, hay que atender a los géneros literarios porque la verdad se propone y se expresa de manera diferente en cada género. Se necesita un intérprete que investigue el sentido que se intentó expresar en su época, formas de escribir y cosas que pasaban en su contexto espacio-temporal. Para entender la Sagrada Escritura hay que leerla e interpretarla con el mismo Espíritu con que se escribió.

DEI VERBUM parte II

El segundo capítulo de esta obra habla de tres componentes esenciales del Catolicismo.

En primer lugar, la Tradición viva de la Iglesia: es lo que enseñaron los apóstoles, que va de generación en generación y es suficiente para que el pueblo viva en fe y sanamente. La Tradición va creciendo en comprensión de las cosas y las palabras transmitidas, por la contemplación y el estudio de los creyentes. Por medio de ella, el Canon y los libros sagrados son conocidos por la Iglesia.

Los Apóstoles dejaron como sucesores a los obispos (cargo de Magisterio) para que la Iglesia siguiera viva. Lo que los Apóstoles enseñaron es todo lo necesario para que el pueblo viva sano, como se mencionó anteriormente. Por lo tanto, la Tradición deriva de los Apóstoles. La Revelación no surge solamente del texto escrito (es decir, de las Sagradas Escrituras, que son el segundo elemento clave) sino que además requiere del contexto: una Tradición viva que interpreta al texto, es el mundo donde está.

El Magisterio es el tercer elemento importante a mencionar, y es la entidad responsable de la interpretación auténtica de la Palabra de Dios. Su autoridad proviene del nombre de Jesús. El Magisterio no está sobre la Palabra de Dios, sino que la sirve, enseñándola a los demás. El Magisterio no alcanza solo, sino que necesita de la Tradición, que es el ámbito donde esa Palabra se vive.

Por lo tanto, el segundo capítulo de "Dei verbum" explica que Tradición, Sagrada Escritura y Magisterio se necesitan los unos a los otros: según el designio de Dios, están entrelazados y unidos de tal forma que no tienen consistencia el uno sin el otro. Juntos, cada uno a su modo, bajo acción del Espíritu Santo, contribuyen eficazmente a la salvación de las almas.

DEI VERBUM

En mi clase de Teología leímos la constitución dogmática "Dei verbum" sobre la divina Revelación, y a continuación quiero explicar, de forma resumida, lo que extraje de ella.

El primer capítulo habla de la Revelación en sí misma. Explica que Dios se reveló a los hombres porque Él lo dispuso. Al revelarse dio a conocer el misterio de su voluntad, y el hombre tuvo acceso a él. Dios hizo esto para su comunicación con el hombre y para que esté en su compañía.

Dios se reveló mediante hechos y palabras, por ejemplo, se manifiesta por la revelación de Cristo, quien es mediador y plenitud de toda la Revelación. Dios da testimonio de sí en toda la creación: da esperanza de salvación y redención, y no hace esto por un impulso sino por una disposición "racional". Dios fue preparando el camino del Evangelio para que los hombres esperaran al Salvador, por lo tanto, la Revelación apunta a culminarse en Jesús: el verbo hecho carne.

Jesús manifiesta los secretos de Dios, lleva a cabo la salvación. Él completa la Revelación (con su presencia, palabras, obras, muerte y resurreción), y confirma el testimonio de Dios (Dios hecho hombre vive con nosotros para liberarnos del pecado y la muerte y darnos la vida eterna). La Revelación terminó con la muerte del último de los apóstoles, de modo que los hombres ya no deben esperar una posterior Revelación.

Hay dos términos que me parecen interesantes de comparar y definir: por un lado, la economía cristiana, que es un término teológico, y compararla con la teología. La economía cristiana explica cómo es Dios actuando en la historia; otra forma de conocer a Dios es a través de sus acciones. La teología, por su parte, explica cómo es Dios en sí mismo, y se trata del conocimiento especulativo de Dios.

Revelación, la

Uno de los puntos más importantes estudiados en clase de Teología fue la Revelación, y por eso decidí dedicarle un post entero. La Revelación es histórica, sobrenatural y progresiva, y a lo largo de este post vamos a ver qué quieren decir estas palabras que se le adjudican.

La Revelación es el conocimiento de Dios, y por lo tanto, es algo inagotable, incognoscible. El hombre como individuo no es quien conoce a Dios, sino como pueblo, como comunidad. La Revelación tiene sentido gracias al ya explicado anteriormente deseo natural del hombre de Dios.

La Revelación es histórica en cuanto al modo. Dios habló al hombre en una historia y un pueblo en particular: para encontrar la palabra de Dios hay que volver a la historia de Israel. La Biblia es el medio en que está expresada la Revelación, y es la fuente de lo que Dios quiere decir al pueblo.

También, la Revelación es sobrenatural, en cuanto al contenido. La Revelación nos muestra a Dios, que está fuera de nuestro conocimiento natural: Dios es inaccesible, inagotable, supera al alcance de nuestra razón. Lo podemos conocer racionalmente, pero Dios se revela por su voluntad, podemos conocer que existe y algunas cosas de su existencia, pero nada más. Conocer el interior de Dios sólo es posible si Él lo revela, por eso es que llamamos Misterio a todo esto.

Es importante destacar que la Revelación es progresiva: es gradual, no repentina. Termina de revelarse con la muerte de Jesús y su resurrección, y con la muerte del último testigo de él. Hay que entender a la Revelación como un encuentro humano: al principio es más superficial, luego, ambos miembros se van abriendo al otro, de a poco y cada vez más. De a poco se va quitando el velo de Dios, pero nunca del todo, por eso permanece un misterio. Esta progresividad de la Revelación le da objetividad: la interpretación de la verdad revelada está sujeta a una comunidad, no es lo que a una persona se le ocurre así como así. Por lo tanto, la Revelación es liberadora: no cargamos nosotros individualmente con la responsabilidad de descubrir a Dios, sino que es una tarea comunitaria.

Por último me gustaría hablar de la interpretación de la Revelación. Como se explicó en el párrafo anterior, debe ser en comunidad, porque una persona sola tiene más posibilidades de equivocarse. Al interpretar hay un riesgo de fundamentalismo, es decir, de tomar a la Biblia demasiado literalmente, cuando muchas veces se trata de una parábola o un símbolo. A veces interpretar la Biblia demasiado literal lleva a opresión, exclusión y dominación. Nunca hay que perder de vista que la Biblia sirve para que nosotros crezcamos en comunidad.

Teología, introducción

Quiero aclarar que la información presente en esta publicación y subsiguientes publicaciones sobre Teología contienen información estudiada en una clase de Teología de la religión Católica. No se pretende ofender ni adoctrinar, sino quiero informar sobre lo que estudié.

Una de las primeras cosas que estudiamos en Teología es que el hombre tiene deseo natural de Dios. Esto es así porque el hombre es naturalmente religioso: nuestras sociedades han buscado un origen y destino más allá de esta vida. Esta búsqueda de trascendencia tiene que ver con la desproporción entre ese deseo y la realidad, la cual es torturante y es un motor que nos pone en movimiento para alcanzar ese deseo lo mejor que podamos, es decir, a través de Dios.

Es importante, también, hablar sobre el alma. Se entiende que el alma es el principio de vida inmaterial (es decir, no está en la materia, en la carne). Cuando el alma no está, el ser no tiene posibilidades de funcionar. El alma humana es distinta de las demás en que tiene un mundo interior y que tiene voluntad e inteligencia, gracias a las cuales el hombre puede conocer el mundo y desear o no cosas. Estas dos cualidades del alma humana le permiten al hombre abstraer, reflexionar y conocer su esencia; gracias a esto, podemos conocer y amar a Dios.

La antropología teológica explica que la fe pensada y vivida genera una visión del hombre particular, la que sostiene que el hombre es imagen de Dios. Dios puede "hablar", comunicarse con el hombre, y esperar una respuesta de su parte. El hombre es capaz de escucharlo, por eso se sostiene que el hombre es capaz de Dios. Al pensar en Jesús, como Dios se hizo hombre, decimos que el hombre es capaz de Él.

Por último es importante destacar que Dios llama al hombre a la comunión: es un vínculo con los demás, con los demás hombres y con Él. Los hombres nacen frágiles y necesitados de comunión, de los cuidados del otro. Dios es comunión (ya que es Trinidad) y por eso el hombre es para la comunión con otros.


No quiero estudiar

Como siempre, llega febrero, y con él, la materia que me dejé de diciembre para estar más relajada. Por suerte me dejé la más fácil de todas las que había el año pasado, pero igual. Eso no hace que tenga más ganas de estudiar :P

Como suelo hacer cuando no quiero estudiar, voy a usar este espacio del blog para ayudarme y motivarme. Cuando termine de estudiar un tema, voy a hacer un post sobre ese tema, y así hasta que haya terminado con todos. Cuando termine de estudiar, voy a leer A clash of kings, de George R R Martin, como recompensa :)

Están listos para leer sobre los temas aburridos que tengo que escribir? Yo estoy lista para escribir.

Ah, por cierto, la materia es teología y corresponde al primer cuatrimestre (el segundo es un seminario, es decir, no tiene examen final :D :D )

Today... Sundayy

Tengo que estudiar pero no quiero... Realmente no quiero :P y ahora tengo muuucho sueñito también... Dios!

martes, 18 de febrero de 2014

Rambling

Hola! Tenía muchas ganas de escribir en qué va mi vida estos días. Acabo de volver a trabajar a la escuela (ayer fue el primer día) y me enteré que la coordinadora renunció.
En mi escuela hay dos coordinadoras de las dos áreas de inglés, y me llevo bien con las dos, por suerte. Pero hay una que me RE ama, que super tiene en cuenta mi opinión, etc. Y adivinen cuál es la que renunció? Sí, esa... Pero bueno, al menos con la que queda (que se hace cargo de toooda la coordinación ahora) me llevo bastante bien y considera que hago un muy buen trabajo :)

Otra cosa para contar sobre estos días es que estoy leyendo la saga de A song of ice and fire, de George R R Martin con el Novio, y la estoy disfrutando muchísimo :) Acabo de empezar el tercer libro, y el Novio me saca más o menos ciento cincuenta hojas... Tengo que leer rápido para alcanzarlo :P Como ahora arranco la universidad, voy a tener mucho menos tiempo para leer (quizá nada) así que le voy a pedir al Novio que, cuando terminemos el tercer libro veamos la segunda temporada de la serie y dejemos el resto de la saga para un momento menos ocupado. Me está gustando mucho leerlo con él, es lindo hacer algo juntos :)

Por último quería comentar que voy a tratar de disfrutar más este año y no sufrir tanto como hice el año pasado: decidí quejarme menos y disfrutar más. Leer y hacer cosas que quiero, que me hacen feliz. "Procrastinar" menos y tener más energía :)

Eso es todo. Voy a ver algunos videos e irme a dormir. ¡Adiós!