La vida es como una perinola. A veces podés tomar uno, a veces podés tomar todo. A veces tenés que dar uno, e incluso a veces podés perderlo todo. Nunca sabés lo que te va a tocar.
Ya llevo casi dos meses en Europa y llegué a la conclusión de que no me gusta ni un poco. Hace mucho frío, está todo mojado todo el tiempo, y cuesta ver el sol.
(Escrito en noviembre del 2016, Colchester, Essex, UK)