domingo, 7 de abril de 2013

Una solución

Descubrí que tengo mucho amor para dar.
Bah, ya lo sabía de antes, pero nada, fue así:

El otro día hablaba con unas amigas, y una de ellas, Flor, me contó que su más grande sueño es comprarse un departamento para ella sola pagado por ella sola, y que para esto está ahorrando hace mucho tiempo su sueldo entero, y calcula que para dentro de cinco años ya va a tener la plata suficiente para comprarlo. Pero le dijeron, con bastante criterio, que por como está el país, por la terrible inflación, el año que viene toda la plata que tiene no va a valer ni la mitad. Le recomendaron ahorrar en dólares, pero claro, ¿cómo vamos a comprar dólares? De más está decir que mi amiga se decepcionó muchísimo, porque sintió que jamás iba a llegar a su sueño. La mejor recomendación que le dieron fue que gastara su plata, que la disfrutara.

Pensando en esto es que me di cuenta de que el problema económico terrible no es sólo en mi país, sino en absolutamente todos los países, incluso en Europa (aunque ahí, en algunos países, esté más medido). Sin ir más lejos el otro día vi en la tele que en España sorteaban puestos de trabajo... Tristísimo y desesperante. Además de ilegal, por supuesto.

Antes de dormir a veces se me da por reflexionar, y recordando todo esto, me deprimí muchísimo, porque nada, claramente todo el mundo está MUY mal. Y no sé por qué pero llegué a la conclusión (que a mi me parecía obvia) de que esto está así por el egoísmo de la gente. Me refiero a que todos buscan la manera de estar cada vez mejor pero nadie se preocupa por los demás, incluso se mejora a costa de los otros. Tanto es así que mucha gente se ha enriquecido manteniendo en la pobreza absoluta a miles de otros. 

Me pareció terriblemente injusto, y, un tanto desesperada, me pregunté si había una solución (incluso le rogué a dios que nos ayude a encontrarla). Se me ocurrió que, ya que yo misma me estoy preguntando esto, debería YO hacer algo al respecto, y ahí me pregunté qué podría hacer. 

La solución llegó a mí de una manera muy natural, como si siempre hubiera estado ahí. Resolví que mi aporte a esto debía ser mío, debía venir de algo que pudiera hacer. Y luego recordé mi máxima de vida que tengo hace varios años: TODO VIENE DE LA EDUCACIÓN. Así que resolví lo que haré: voy a seguir con mi plan de vida, en el que está incluido crear una pedagogía nueva y tener mi propio colegio en el que se enseñe, para formar mejores personas y combatir el egoísmo, la avaricia, y otras cosas negativas, y cultivar el AMOR.

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