martes, 16 de febrero de 2016

Carta encíclica Quadragésimo Anno

La carta encíclica Quadragésimo Anno fue escrita por Pío XI en 1931, y habla sobre los siguientes temas:

Propiedad privada
Es un derecho de las personas, en su aspecto social (el creador destinó la creación a toda la familia humana) e individual (el Creador le dio el derecho al hombre del dominio privado). La justicia, sostiene, no puede invadir la propiedad privada, debe respetarla. El dominio sobre esta es no inmutable, es decir, puede cambiar, y el derecho de poseer y transmitir propiedad privada debe estar intacto. Por último dice que el Estado debe armonizar la propiedad privada con las necesidades del bien común, y que es ilícito agravar la propiedad privada con impuestos.

Trabajo
Debe haber una justa distribución de trabajo entre personas y entre las distintas clases sociales. El trabajo es de vital importancia ya que su resultado es la riqueza nacional, Las riquezas están injustamente divididas, los ricos tienen demasiadas y los pobres, ninguna.
Habla de los contratos de sociedad, gracias a los cuales obreros y empresarios pueden gozar de los beneficios de la empresa como socios.
Explica que los sindicatos están ahí para representar los derechos de los trabajadores, pero a diferencia de Rerum Novarum, sostiene que la huelga está prohibida. Como alternativa habla del trabajo conciliador de la magistratura, que debe suprimir desórdenes y actuar como una autoridad moderadora.
Sobre el salario, habla del salario justo, diciendo que debe fijarse teniendo en cuenta el valor del fruto producido, que debe alcanzar para la manutención del trabajador y de su familia, la situación particular de la empresa, y la necesidad del bien común (para que no haya inflación y para tener en cuenta la relación entre el salario y el valor de los bienes producidos).

Situación
Habla de que en el contexto de la época el espíritu individualista reinaba, el capitalismo también, el cual va en contra de las enseñanzas de la Iglesia, ya que olvida la justicia y la caridad. En esta época hay acumulación de riqueza en unos pocos, con lo cual hay una gran lucha por la hegemonía económica y el Estado emplea fuerzas para promover sus intereses económicos. Además, hay una sed insaciable de riquezas.
Pío XI plantea como posibles remedios a todo esto una economía más cristiana, la caridad, y la unión y colaboración de los cristianos.

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